En dos oportunidades me miro a los ojos, no supe corresponderle,
mi gran debilidad.
Hay
esas épocas donde solo quieres divertirte, donde no te importa acabar
tendido boca abajo en cualquier lugar, solo importa la frase "LA PASE DE
PUTA MADRE" ¿Con quién? Esa respuesta quedaba siempre inconclusa.
Sábado dichoso,
desenfrenado y esperado por todos nosotros en una edad celeste, diciendo que
ricos 17. No importaba nada, no había trabajo, responsabilidades,
solo eran juergas, juergas y juergas; y bueno estudiar para no hacer trica.
Recuerdo muy bien que ese día no sé de donde saque tanto billete, creo que fue
propina de algo que bueno a estas alturas ya no importa. Si para mí a los 17
con 50 soles era demasiado.
Siendo Barranco, en ese entonces, el distrito de las
discos que daban la hora. Con 200 soles me sentía el rey del mundo sin opacar a
Jack en el Titanic.
Camisita
barata, pantalón jean celeste y unas zapatillas que no desentone con
el atuendo era perfecto para esas noches Barranquinas a mis 17 años. Don
jijuna, barlobento, the jungle, noctambul, eran nuestra guarida y una
por ahí que se me olvida. Las chicas más buenas eran las que no
pasaban de los 16 y usaban minifaldas o vestidos, las que tenían un excelente
bronceado (que por cierto era casi Febrero) y la que siempre bailaba sola o con
amigas sin importarle si tenía pareja o no. Ellas eran precisas para nosotros.
Cada VIP ya era
nuestro pata, sin DNI en mano, bastaba que uno tuviera y entrabamos todos. Para
nosotros no existían las colas, todo era de frente y eso que ni siquiera éramos
locales, veníamos desde tan lejos pero para nosotros ya por la costumbre se nos
hacía tan cerca, Increíbles 17s.
La música estaba
en clímax, un vodka de cortesía y las luces psicodélicas
te confundían el ritmo de la gente, como si todos chocaran contra
todos, era EL PLACER de estar ahí. Vas a bailar, agarraras con una chica
que no pase de los 16 y si puedes se emborrachan y te iras a donde dios sabe.
En dos
oportunidades me miro a los ojos, no supe corresponderle, mi gran debilidad. No
tenía 16, no tenía faldita, no tenía bronceado y no bailaba sola ni con amigas.
Tenía 29, tenía una micro falda, tenía maquillaje y solo disfrutaba de su apple
martini en la barra.
Desperté en
su cama, desnudo y sudoroso, no mal oliente pero mis
labios sabían a lápiz labial, aun su perfume era el mismo,
no perdió ese toque y su respiro todavía tenía ese sabor a Martini
que me encantaba inhalar cuando nos besamos toda la noche, cuando
me metió al baño para jugar, cuando me beso en el
taxi pidiéndome que no me valla susurrándome al oído y cuando le hablo a mis labios que había terminado.
Yo 17 y ella 29 Yo
con un BOSTON y ella con LEONISA, Yo con militar y ella con tarjetas
de crédito. Yo con dos preservativos en el bolsillo y uno puesto pero ella
con 5 barbies, 4 peluches, sabanas rosadas, lampara de hello kitty, posters de
los new kids on the block decoraban su habitación.
Yo 17 años y
solo quería jugar.
Dedicado a D.V.P
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