Te empiezas a dar cuenta que tu círculo de amigos es más
pequeño que años atrás.
Coordinar con tus amigos para unas cervezas es más complicado
por cuestiones de trabajo o estudios.
Y cada vez disfrutas de una cervecita que paso de ser un mal
gusto a una sensibilidad deliciosa solo para conversar con alguien un rato.
La cantidad de gente, multitudes ya no son tan divertidas,
llegan ya a incomodarte.
Extrañas el paseo de los colegios, el recreo, la incomodidad
de la carpeta, el chicle pegado debajo de la mesa y las travesuras constantes
en aquellas épocas.
Pero ahora recién te das cuenta que las personas que creías
ser verdaderos amigos no eran tan especiales. Entendiste que la amistad no se
basa con el refrán "lo conozco un montón de años" ahora se basa en la
calidad de persona que está a tu lado.
Te empiezas a dar cuenta que hay muchos EGOISTAS y que los
amigos cercanos que creías tener o los que conservas mucho tiempo no son
exactamente las increíbles personas que has conocido, hay más gente que te
rodea que tienes que ponerle más atención y veras que serán mas amigos de los
que considerabas.
Ríes con muchas ganas, pero lloras con pocas ganas y con más
dolor en el pecho.
El tiempo se hace más corto y quieres disfrutar más los
ratos, las heridas no sanan con el tiempo sino que se alarga la agonía.
Aprendes a diferenciar peleas con discusiones y que las discusiones
surgen a base de algo que importa, de un cariño y eso hace que fluyan las
relaciones.
Aprendes que alguien que es más que tu puede tener la razón
y que no controlas el mundo como pensabas que lo hacías y con los sentimientos
no se juegan.
Aprendes a observar a mas detalles los valores de cada
persona y te das cuenta que eso te ayuda a crecer.
Miras con más cuidado a tu alrededor, te das cuenta que las
parejas van y vienen, hay gente que se queda y que siempre estarán.
Te dañan el corazón y te cuestionas como aquella persona que
significaba tanto para ti te puede dañar un montón. Te acuestas en las noches y te
preguntas por qué no puedes conocer a una persona lo suficientemente interesante
como para querer conocerla mejor.
Las citas de una noche te empiezan a parecer lacras y
baratas, emborracharte y actuar como idiota empieza a parecerte muy estúpido.
También te das cuenta que salir tres veces en el fin de
semana te resulta cansado y significa mucho dinero para tu pequeña billetera.
Tratas de entenderte sobre lo quieres y lo que no.
Tus palabras se vuelven más fuertes e hirientes.
A veces te sientes el rey del mundo e invencible y otras
eres un cobarde con miedo, solo y algo confuso.
Yo tengo 25 y me gustaría tener 17 otra vez.
Pero a veces pienso que es absurdo y no me arrepiento si
estos años pasaron cayendo suavemente sobre mí.
Los caminos no fueron solo caminos sino tránsitos de seguir
avanzando de un lado al otro, como puentes sin abismo.
Lo que eres ahora serás en el futuro, estas a tiempo para
cambiarlo.