domingo, 17 de febrero de 2013

Barbies


En dos oportunidades me miro a los ojos, no supe corresponderle, mi gran debilidad.

Hay esas épocas donde solo quieres divertirte, donde no te importa acabar tendido boca abajo en cualquier lugar, solo importa la frase "LA PASE DE PUTA MADRE" ¿Con quién? Esa respuesta quedaba siempre inconclusa.

Sábado dichoso, desenfrenado y esperado por todos nosotros en una edad celeste, diciendo que ricos 17. No importaba nada, no había trabajo, responsabilidades, solo eran juergas, juergas y juergas; y bueno estudiar para no hacer trica. Recuerdo muy bien que ese día no sé de donde saque tanto billete, creo que fue propina de algo que bueno a estas alturas ya no importa. Si para mí a los 17 con 50 soles era demasiado.
Siendo Barranco, en ese entonces, el distrito de las discos que daban la hora. Con 200 soles me sentía el rey del mundo sin opacar a Jack en el Titanic.

Camisita barata, pantalón jean celeste y unas zapatillas que no desentone con el atuendo era perfecto para esas noches Barranquinas a mis 17 años. Don jijuna, barlobento, the jungle, noctambul, eran nuestra guarida y una por ahí que se me olvida. Las chicas más buenas eran las que no pasaban de los 16 y usaban minifaldas o vestidos, las que tenían un excelente bronceado (que por cierto era casi Febrero) y la que siempre bailaba sola o con amigas sin importarle si tenía pareja o no. Ellas eran precisas para nosotros.

Cada VIP ya era nuestro pata, sin DNI en mano, bastaba que uno tuviera y entrabamos todos. Para nosotros no existían las colas, todo era de frente y eso que ni siquiera éramos locales, veníamos desde tan lejos pero para nosotros ya por la costumbre se nos hacía tan cerca, Increíbles 17s.

La música estaba en clímax, un vodka de cortesía y las luces psicodélicas te confundían el ritmo de la gente, como si todos chocaran contra todos, era EL PLACER de estar ahí. Vas a bailar, agarraras con una chica que no pase de los 16 y si puedes se emborrachan y te iras a donde dios sabe.

En dos oportunidades me miro a los ojos, no supe corresponderle, mi gran debilidad. No tenía 16, no tenía faldita, no tenía bronceado y no bailaba sola ni con amigas. Tenía 29, tenía una micro falda, tenía maquillaje y solo disfrutaba de su apple martini en la barra.

Desperté en su cama, desnudo y sudoroso, no mal oliente pero mis labios sabían a lápiz labial, aun su perfume era el mismo, no perdió ese toque y su respiro todavía tenía ese sabor a Martini que me encantaba inhalar cuando nos besamos toda la noche, cuando me metió al baño para jugar, cuando me beso en el taxi pidiéndome que no me valla susurrándome al oído y cuando le hablo a mis labios que había terminado.

Yo 17 y ella 29 Yo con un BOSTON y ella con LEONISA, Yo con militar y ella con tarjetas de crédito. Yo con dos preservativos en el bolsillo y uno puesto pero ella con 5 barbies, 4 peluches, sabanas rosadas, lampara de hello kitty, posters de los new kids on the block decoraban su habitación.

Yo 17 años y solo quería jugar.

Dedicado a D.V.P esta es tu historia

No hay comentarios:

Publicar un comentario