INTRODUCCIÓN
Hace más de 8 años aproximadamente, escribí mi primer cuento
corto que contiene más de 15 hojas. Era un loquillo escritor compulsivo y así
fue como nació esta historia aproximadamente en el mes de mayo del 2004. La
verdad no se en que estaba pensando pero me pegue tanto a la historia que
agarre el ritmo, es como estar al volante en toda una avenida a mucha
velocidad, difícil mantener el equilibrio pero cuando ya estás ahí, no hay
retroceso y solo tienes que coger el bendito ritmo.
Este se titula “Los últimos quince días que ame” Y para no
aburrir lo escribiré parte por parte y de la misma manera de cómo lo escribí,
sin modificar nada, y como contaba las historias 8 años atrás sin tener ni una
experiencia, solo espero que les guste.
LOS ULTIMO QUINCE DÍAS QUE AME
Como todos los lunes, siempre formábamos en el patio de mi
colegio. Yo tenía 16 años, un chico no tan bueno pero tampoco malo; común como
los demás pero eso si tenía un montón de defectos, uno de ellos era el orgullo,
ese orgullo que por la culpa de ello me derrumbaba la vida.
No tenía tantos amigos ni tampoco tantas amigas era culto,
no era inteligente pero pensaba antes de hablar, mi peor compañía era la
soledad, la que me seguía día y noche la que me hacía ver oscuro todo lo claro,
y la que siempre hacia caer solo tormentas en mi vida. Esta vida que llevaba no
era vida, yo no quería vivir todo me parecía mal, ya tanto hablo de mí y
siempre quería que toda la vida sea un sueño y cuando muera sea el despertar,
estoy despierto, aún despierto y cuento la realidad.
… Hola en que andas Marcos, yo le conteste, yo bien y que ha
sido de ti, le pregunte. Ahí pues bien, el me contesto. Él era uno de los
cuantos que podía confiar en mí, era mi mejor, me entendía y yo lo entendía a él.
Pero cosas del destino vienen y derrumban lo que uno tiene, la amistad. Algo que
se trajo el mar, algo que se quedó grabado en mi corazón.
Éramos amigos, ahora no lo es, no soy nada para nadie y
menos para él.
Que sucedió en ese año el último año donde acababa una cosa
y comenzaba otra. Hace un año fui como tú y todos mis deseos, sueños fueron
barridos por el amor y todo fue así.
… Hola Marcos, era ella mi amiga Lizet. Hola, le dije y ella
me dijo, Sabes necesito que me acompañes a la casa de una amiga a llevar unos
libros de la biblioteca, yo le dije, ¿Qué amiga?, y me contesto: solo acompáñame.
Así no me quedo otra que decirle, OK.
Sonó el timbre eso quería decir que era la hora de salida. Se
me acerco Oscar, mi mejor amigo y a la vez Lizet, Oscar también iba a
acompañarnos. Fue o no fue cosa del destino, fue o no fue de pura casualidad,
ese día si él no hubiera ido sería muy distinta mi vida, la que ahora yo
estuviera llevando, pero solo fue pura casualidad.
Caminamos los tres, nada se me cruzaba por la mente, no sé por
qué después de esa llamada sin imaginarme que me iba a quedar muy solo, porque
ese día, a esa hora, en ese momento de mi imbécil vida, no me merecía esto.
… Alo, hola hijo hay un grave problema, dijo mi mama muy alterada
por teléfono. Yo le dije ¿Qué paso mama? Y me dijo: ¡tu padre!
No se cómo, no sé por qué, no sé qué vida me tocó vivir.
Verlo ahí, echado sin poderme aunque sea decir por última
vez “puedes ser el mejor”, y yo decirle por última vez “papa lo siento”, no quería
decir lo de mi padre a mis pocos amigos.
No quería que sientan lastima por mí.
Mi madre, llorando en mis hombros, no lo soportaba más, que
vida la que me tocó vivir, que infierno fue donde yo nací.
… Hola Marcos ¿Cómo estás?, me dijo Lizet, yo le conteste,
Bien; teniendo en mente como mi padre estaba en esa caja, que no tiene vuelta atrás.
Me dijo, y esa cara, yo le dije La única que tengo y le eche una sonrisa; ah ya
me dijo y casi en el momento que ella ya se iba a dar media vuelta, se me ocurrió
que ella no se iba a ir sin preguntarme ¿Qué paso el día que nos íbamos a la
casa de mi amiga?, lo sabía me hizo la pregunta, yo le dije No nada, solo que
mi mama necesitaba ayuda. Y me dijo, ah ok es que te vi tan alterado que me preocupaste.
Yo le dije, gracias por preocuparte por mí pero no era nada de todos modos
gracias, y me fui.
Callado, ese día parecía que era el único en el salón, el único
en la clase, nada me importaba, nada.
Oscar llego y sin prestarle atención solo
escuche que me dijo: “Marcos ¿Qué paso ese día?. Oye! Verdad, conocí a Alisa,
es una bellísima chica y me dio su número de teléfono, va a estudiar en este colegio”.
Nada me importo, ni él ni su nueva amiga, nada. Nada hasta que ese día llego.
Solo quería saber si alguien me podría decir todo lo que me pasaría
en el futuro, ya faltaba poco para terminar el colegio, para los demás era poco
y para mi ese poco fue de toda mi vida, comenzó la cuenta de mi vida, comenzó la
realidad.
DIA 1
CONTINUARA…
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