"No necesito una novia que me haga sentar cabeza, ni poner los pies en la tierra, como probablemente quisieran mi mamá y mis tías más melosas. Eso es aburrido.
Aunque ellas no se hayan percatado, mi cabeza está en su sitio y mis pies avanzan, confiados, sobre el asfalto.
Lo que menos necesito es una novia que me aterrice a la tan publicitada "Madurez", Ni hablar.
Mi novia tiene que producirme largos espasmos de adrenalina; tiene que arrancarme de mi normalidad; hacerme volar como si ella fuera un parapente y yo un pasajero desconcertado entre las nubes de algodón."
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