jueves, 22 de septiembre de 2011

ESTRELLAS EN MI TECHO

"Quiero tener super poderes, cada día de mi vida quiero hacer cosas que nadie mas pueda hacer e identificarme por como soy, por lo que tengo, hago y lo que doy"



10 años, 6:00 pm era la hora punta donde subir al techo y ver las estrellas en el cielo despejado de verano era lo mejor que el podía hacer y sus super poderes se lo permitía, el con su mano podía coger todas las estrellas y alinearlas a su manera y trabajaba mucho para darle forma, Si había luna podía oscurecerla pintándola con algunas nubes negras que se encontraban por ahí y no terminaban de descargar.

Había algo mas allá del cielo oscuro y esas estrellas salpicadas a la suerte... tenia en mente un día cruzar el cielo como siempre lo había soñado pero sabia que era un trabajo muy duro y que con el tiempo lo podía solucionar, por el momento solo su mente ayudaba madurar la gran idea que tenia y aveces era interrumpida por los gritos de su madre que lo llamaba desesperada para que bajase a cenar.

39 grados de fiebre no era nada para el, el tenía el super poder internamente de estar bien ya que aún podía seguir soñando como siempre lo andaba haciendo. No podía quedarse en cama no era la idea, no estaba en su mente y esto no le iba a permitir  ver las estrellas como todos las noches lo hacía.

3:00 am era la hora perfecta para salir de cama y en cuclillas subir hasta el tercer piso y contemplar una vez mas las estrellas.  Muy cansado llega hasta arriba y en su rostro figura un enojo, no había estrellas, no había luna solo un vacío que contemplar y pensó "Como pueden existir noches así" Pero para el no era un gran problema ya que el tenia el super poder de hacer que regresen y hacerlas mas brillantes que la noche anterior y fue así, su pulgar se desliza de un lado a otro dibujando estrellas, con la palma de la mano amolda la luna y uno que otros detalles que no iba a dejar pasar... perfección era su palabra clave.

Estuvo ahí hasta que estas se vayan desgastando, hasta que el sol ilumine el cielo oscuro y vaya tomando todo lo que brillaba por encima de el. Pero pensó y dijo "Aun no es el momento" Se puso de pie, alzo los brazos juntos con un puño en cada una de ellas, poco a poco se fue empinando mientras el sol poco a poco salia por el oeste. El trataba de impedirlo, dio una vuelta muy rápido antes que todo se bañara en naranja como el crepúsculo lo hace y lucho contra el sol, para el uno de sus peores rivales, cogió la espada esmeralda de la noche que le proporciono la luna, cargada de brillo con punta fina y un mango de diamantes tan brillosos que podía irradiar mucha luz para toda una cuadra.

No era suficiente, la espada convertida en un pedazo de madera por culpa del sol no valía de nada, no era tan fuerte como creía. La nube negra mayor le otorgo diamantes de asteroides muy poderosos que son tan rápidos y pueden llegar al sol muy velozmente sin que el se diera cuenta así sus flamantes llamas no podrán alcanzar. Cogió dos de ellas y dando tres vueltas muy rápidas las tiro para ganar mayor fuerza, estas a su vez volaban muy rápido que con la velocidad ganaban masa y se hacían cada vez mas grande a su tamaño normal pero no eran suficientemente solidas que una llamarada las esquivo convirtiéndolas en simples pedazos de ladrillos naranjas.

Solo les quedaba las estrellas, sus mejores amigas y todas juntas en coro le dijeron "Si quieres derrotarlo tienes que llegar al núcleo, al corazón" sus lindas voces en un tono armonioso le dieron esa confianza en el que se dijo así mismo "LO VENCERÉ" Dio un increíble salto tan alto que llego a la superficie de una de las estrellas, la estrella menor. No podía ver muy bien ya que brillaba increíblemente, su superficie era como la arena fina de mar y brillantes como la joyas de su madre. Ella le ofreció agua de diamantes, este le ayudará a ser rápido, fuerte, brillante y solo con imaginarlo puede hacer aparecer las cosas que quiera y tenerlas en a la mano.

Y así fue, quedaban pocos minutos para que el sol salga completamente; volando hacia el sol, uno dos tres brazos de fuego quisieron alcanzarlo pero el los esquivo. Era muy caliente todo, estaba sudando mucho y decidió convertirse en hombre agua, este le ayudara a mantenerse fresco y derrotar a los invencibles volcanes en erupción que aparecían en el camino inesperadamente.
Velozmente esquivo todo a su paso, pasó por los volcanes, llamas de fuego, brazos de hierro, dragones en llamas y unas hadas de cenizas que te perforaban la piel.

Llego al núcleo mas rápido de lo que imaginaba. Era una cueva muy oscura pero al fondo había una fogata muy brillante de color naranja con amarillo, ahí estaba el núcleo de pronto  vio a un hombre en llamas sentado en el trono del núcleo dándole la espalda, Era el señor sol.
Suavemente este hombre voltio y se dio con la sorpresa que era su padre, la única persona que toda la vida no lo dejo soñar hasta el momento que su padre murió.

Después de ver a su padre la cara le cambio, su rostro se hizo tristeza, sus poderes desaparecieron, la fuerza lo abandono.

IMPOSIBLE, ya era demasiado tarde cuando escucho de pronto sirenas y ambulancias a su alrededor, gente gritando y uno que otros llantos de pronto todo desapareció y comenzó a caer poco a poco en un vacío, tenia aún la pijama puesta, pero caía y caía profundamente que esto le relajaba, todo era oscuro hasta que cae en una superficie muy cómoda como la de una cama de agua, esta muy cansado y agotado. 
No llamará a esta batalla una derrota ya que llego hasta donde quería llegar y luchó hasta el ultimo momento, solo quería dormir, dormir y seguir soñando que mañana por la noche también saldrá a ver las estrellas y las ordenará como a el le parezca.

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